
📊☕️ ¿Café o té? Gen Z dice: los dos, pero con identidad y sin etiquetas
Mauricio ValderasLa Generación Z sigue rompiendo moldes. Esta vez, no en TikTok, sino en las cartas de cafeterías y tiendas de bebidas. Un nuevo reporte de FoodNavigator-USA confirma lo que veníamos viendo en el mundo NA: el café y el té viven una segunda juventud, pero bajo nuevas reglas. Menos cafeína, más funcionalidad. Menos etiquetas tradicionales, más expresión personal. Y, por supuesto, menos alcohol… incluso en los momentos de consumo típicamente asociados a él.
Según los datos, el 46% de los consumidores de entre 18 y 24 años ya prefieren bebidas funcionales (con beneficios como foco mental, relajación o energía natural), y esta preferencia se cuela directamente en sus decisiones de compra. Pero aquí no se trata de vender más café o más té: se trata de crear experiencias líquidas alineadas con sus valores, su estilo de vida y, sobre todo, con su búsqueda de bienestar físico y emocional. El té, por ejemplo, está mutando hacia formatos listos para beber, con sabores botánicos y claims como calm, focus o immune boost. El café, en tanto, se diversifica con cold brews, versiones sin cafeína o con adaptógenos, y opciones plant-based que desafían lo convencional.
☕ Menos tradición, más personalización
Lo que antes era una taza con leche o una infusión con limón, ahora puede ser una bebida con flor de hibisco, maca, cúrcuma o CBD. ¿Por qué? Porque para esta generación, el sabor importa, pero el significado importa más. No compran solo una bebida: compran una identidad, una vibra, un statement. Y esto explica por qué están dejando de lado el consumo tradicional de alcohol en favor de nuevas opciones. Ya no hace falta pedir un gin tonic para sentirse parte de la fiesta. Hoy basta con un sparkling tea con lavanda y bergamota… si te representa.
🧠 ¿Qué significa esto para el mundo sin alcohol?
Mucho. Esta tendencia conecta directamente con el auge de bebidas sin alcohol que no pretenden “imitar” lo alcohólico, sino proponer algo nuevo. De hecho, muchas marcas exitosas están usando el lenguaje del té y el café funcional para entrar al mercado: clean label, beneficios saludables, estética cuidada y conexión emocional con el consumidor. El resultado es claro: productos que no solo se beben, sino que se eligen por cómo te hacen sentir. Y eso, hoy, vende más que cualquier efecto embriagante.